Y vuesa merced, ¿dónde camina?
Yo, señor -respondió el caballero- voy a Granada,
que es mi patria.
¡Y buena patria! -replicó don Quijote.

viernes, 16 de febrero de 2018

EDUARDO ARROYO. 20 años después en Granada


Veinte años después de su primera exposición en Granada con motivo del centenario de la muerte de Angel Ganivet en 1998 celebrada en el Palacio Conde de las Gabias, Eduardo Arroyo vuelve para exponer en nuestra ciudad; en esta ocasión con motivo de la presentación del libro La cocina del sultán, de su amigo Carlos Ballesta, con ilustraciones de este importante intelectual y artista madrileño. 



Es un privilegio para Granada poder exhibir una pequeña parte de la obra pictórica y literaria de Eduardo Arroyo. Un total de cincuenta y ocho cuadros, entre los que se encuentran las ventinueve ilustraciones del libro La cocina del sultán, se acogen en la sala de exposiciones del Centro Lorca; a la obra pictórica acompaña una serie de libros, unos escritos por él, otros sobre él y otros con ilustraciones suyas. 






Tras la exposición de 1998 con motivo del centenario de la muerte de Angel Ganivet, y después de oírle en la presentación de La cocina del sultán, podría decirse que entre Granada y Eduardo Arroyo hay un especial nexo de unión en la figura de Angel Ganivet, singular intelectual granadino de la generación del 98, cuya prematura y trágica muerte arrojándose a las aguas heladas del río Dvina ha fijado Arroyo en una de las obras expuestas.


Suicidio de Angel Ganivet. 1978, Litografía
Es lógico que a un intelectual llame la atención la figura de Ganivet, posiblemente el intelectual más importante de Granada desde el siglo XIX a la actualidad, quien en plena juventud -33 años- decidió autoexiliarse de este mundo en un acto que podría calificarse de coherencia personal, pues, como dijo Miguel Olmedo, "el pecado de Ganivet es tener demasiado pronta la respuesta y demasiado segura la solución"  (El pensamiento de Ganivet, Revista de Occidente, 1.965). Es de agradecer que Eduardo Arroyo recuerde a Ganivet en "este rincón del mundo" tan eclipsado casi todo por la figura de Lorca, a quien también se contempla en la exposición.

Federico García Lorca
Una manera de disfrutar más y comprender mejor la exposición es ilustrarse previamente sobre la polifacética actividad de Eduardo Arroyo, quien con veinte años se autoexilia porque en la España de finales de los 50 le falta el aire que necesitaba. 
Me permito la licencia de presentar a Eduardo Arroyo como un español a modo de Quijote cuerdo, caminando por el mundo sin lanza ni escudo, con un libro y un pincel en una mano y en la otra montera y capote. 

Manolete

Arroyo, a diferencia de Ganivet no tira la toalla, pues como los seres especiales, que sabiendo perdida la batalla ante la vida, siguen creando en situaciones donde avanzar a barlovento es todo un éxito de la inteligencia sobre el destino, como diría Marina.


Granada I, II, III

Carmen Amaya

Waldorf Astoria


Abandonnique



Constantina Martínez


El momento mágico del arte se produce cuando mirando nos detenemos a ver

Souliers

Mantón

Ilustraciones del libro La cocina del sultán







Ocasión única para conocer la obra de quien ha sido Premio Nacional de Artes Plásticas 1982, y uno de los españoles más relevantes a nivel internacional de la segunda mitad del siglo XX  y de lo que va del XXI, se ofrece a quienes puedan visitar el Centro Federico García Lorca.

Exposición hasta 18 de marzo 2018
Centro Federico García Lorca
Plaza Romanilla. Granada

Miguel Sánchez Peinado
15 febrero 2018


viernes, 2 de febrero de 2018

ENTRE EL RUIDO Y LA FURIA. El fracaso del bipartidismo en España


En su libro De la fruta madura a la manzana podrida, del que en este rincón se hizo una reseña https://desdeplazanueva.blogspot.com.es/ Tom Burns Marañón desvelaba entresijos y claves del paso en España de la dictadura a la democracia. Dos años después publica Entre el ruido y la furia, donde analiza como hemos llegado a una situación democráticamente más deteriorada, que hace tambalear al sistema.

Con la misma claridad que en su anterior obra nos explicaba como la democracia española quedó reducida a una democracia formal, lejana a lo que debe ser una auténtica democracia parlamentaria, por razón de primar la personalidad de los líderes de los partidos sobre lo que debe ser el debate interno en ellos, en este nuevo libro analiza la actual situación política de España e ilustra al lector sobre las causas que han dado origen a la caída del bipartidismo, que durante 40 años ha sustentado la estructura del Estado desde el inicio de la Transición.

A la muerte de Franco (1975) la sociedad española estaba "madura" y con deseos de adentrarse en la vía de la  democracia cerrando viejas heridas. Quienes en un bando y otro sufrieron las atrocidades de un enfrentamiento fratricida antes, durante y después de la guerra civil de 1936 dieron una lección de madurez optando por un pacto de concordia, que ha dado a España un largo periodo de estabilidad y prosperidad. El tránsito de la dictadura a la democracia, pasando de una Ley a otra Ley sin grandes traumas sociales, fue admirado por el mundo y la clave estuvo en un deseo de cambio de una sociedad madura con espíritu de entendimiento. Pero la sociedad política española, lejos de organizarse como un ente vivo en permanente proceso de renovación, ha llegado a un estado de regresión tal que el edificio genialmente levantado para acoger a todos los españoles, por razón de importantes defectos constructivos y circunstancias ajenas a la propia sociedad, está en peligro de derrumbe y necesitado de urgentes reformas.

Con una visión profunda de la historia reciente, y como observador desde su privilegiada atalaya periodística, Burns Marañón - inglés por padre y español por madre, nacido en Londres y desde 1974 residente en Madrid- en su reciente libro Entre el ruido y la furia analiza con detalle las causas por las que el nuevo régimen instaurado con la Constitución de 1977 se tambalea y es frontalmente atacado por los "nietos" de quienes con la Carta Magna buscaron la democracia en una sociedad de concordia.

Si ya en De la fruta madura a la manzana podrida se consideraba un problema la importancia excesiva del liderazgo, pese a que los líderes tuviesen gran personalidad y carisma, Entre el ruido y la furia se analiza cómo el problema se agrava cuando la mediocridad invade las jefaturas de partidos y Gobiernos, lo que, unido al efecto social que produce una fuerte crisis económica, provoca el desmoronamiento de una organización que no ha sabido renovarse. Con claridad meridiana, sutileza y fina ironía anglosajona Burns Marañón nos presenta patéticas imágenes de los últimos líderes políticos, algunos de los cuales -sin que lo diga el autor- traspasan la línea divisoria entre lo patético y lo trágico-cómico.

De especial interés la referencia a la entrada en escenas de organizaciones antisistema, que en el caso de España provoca un corrimiento del Partido Socialista a la izquierda del centro izquierda en que estaba instalado y un corrimiento hacia la derecha del Partido Popular, lo que provoca que un joven partido, como Ciudadanos, se instale en ese espacio de centro abandonado por los dos partidos que durante 40 años sustentaron el régimen constitucional de la Transición. Escorados a los extremos, los socialistas a la izquierda para frenar el empuje de los antisistema, y los populares a la derecha por la comodidad de una tendencia al inmovilismo cuando ves lejos de tí a tu enemigo, el espacio de centro izquierda y centro derecha, abandonado por socialistas y populares, ha sido ocupado de forma natural por Ciudadanos, cuyo problema, y reto al mismo tiempo, es satisfacer las necesidades e intereses de progresistas y conservadores moderados. Socialistas y populares en su distanciamiento por su tradicional incapacidad para un acuerdo en el interés de la nación, han abierto un socavón en el centro de la vía política, que supone el derrumbe del bipartidismo, y la necesidad de reformar el edificio con nuevos pilares en la zona debilitada. 
Si a todo ello se añaden los problemas de una corrupción generalizada y el de los nacionalistas  catalanes, siempre prestos a actuar en los momentos de debilidad del Estado, es comprensible la fragilidad del sistema con una sociedad inmersa en grave crisis económica y los antisistema empujando en todos los frentes.

Una crisis como ésta ineludiblemente tiene que afectar a la institución monárquica como pieza fundamental del régimen nacido en 1977, máxime si con los errores de los políticos convergen otros personales de quien ostentaba la Jefatura del Estado. En dos capítulos se trata este asunto analizando el papel y retos que han tenido que asumir los reyes Juan Carlos I y Felipe V a la luz de las circunstancias de sus respectivos tiempos.

En Entre el ruido y la furia se ilustra del fracaso del bipartidismo, que ha sido el pilar del régimen monárquico parlamentario, fracaso causado por el poco talante democrático, especialmente a partir de marzo de 2004, de los dos partidos que lo han venido sustentando.

Después de leer Entre el ruido y la furia creo que el problema y difícil reto de Ciudadanos es satisfacer las necesidades del centro sociológico, tanto de izquierda como de derecha, hoy abandonado. Hemos visto en Ciudadanos una contradicción al estar con unos en un sitio y con otros en otro, pero hoy entiendo que tenga que acudir a la llamada de unos y otros al ser abandonados por los que tradicionalmente satisfacían sus ideologías. Sus peligros se intuyen por ambos flancos. ¿Acaso la solución pase por otra obra de ingeniería política para redefinir un espacio de centro con menos ideología política y más pragmatismo sociológico?  

La lectura de Entre el ruido y la furia es recomendable para quienes están interesados en conocer la realidad sociopolítica española, para quienes estén preocupados por ella y para quienes pretendan ejercer con responsabilidad su derecho a votar en próximas elecciones. Pero más aún, debería ser de obligada lectura para quienes hoy ejercen cargos de responsabilidad en los entes públicos y partidos políticos, por si, al verse reflejados en sus páginas, en un acto de sensatez optasen por abandonar actitudes de adhesiones inquebrantables al jefe adoptando otras de diálogo y tolerancia, que, como dijo desde su talante liberal el ilustre don Gregorio Marañón -abuelo de Tom Burns- no es otra cosa que admitir que los demás también pueden llevar razón, y lógicamente actuar en consecuencia. 

Entre el ruido y la furia
El fracaso del bipartidismo
Edita: Galaxia Gutenberg
249 pág.


Miguel Sánchez Peinado
2 de febrero de 2018